Las comisiones de los planes de pensiones: ¿qué debes saber?
Los planes de pensiones son una herramienta de ahorro e inversión muy importante para garantizar una buena calidad de vida en la jubilación. Sin embargo, a menudo los ahorradores no conocen en detalle las comisiones que deben pagar y cómo afectan a su rentabilidad final. En este artículo, te explicaremos todo lo que debes saber sobre las comisiones de los planes de pensiones.
Comisiones principales de los planes de pensiones
Los planes de pensiones son productos financieros que tienen diversas comisiones asociadas. En términos generales, podemos distinguir dos tipos de comisiones: las que se aplican sobre el patrimonio gestionado y las que se aplican sobre las aportaciones realizadas.
Las primeras son comisiones de gestión y de depositaría. La comisión de gestión se encarga de remunerar a la entidad encargada de gestionar el plan de pensiones, es decir, de invertir los ahorros de los partícipes con el objetivo de obtener rentabilidad. Por otro lado, la comisión de depositaría se aplica a los planes de pensiones que invierten en activos financieros y se encarga de remunerar a la entidad encargada de custodiar los activos.
Las segundas son las comisiones de suscripción, reembolso y traspaso. La comisión de suscripción se aplica cuando un ahorrador realiza una aportación al plan de pensiones. La comisión de reembolso se aplica cuando el ahorrador solicita el rescate de los ahorros acumulados. La comisión de traspaso se aplica cuando el ahorrador decide cambiar el plan de pensiones donde tiene sus ahorros.
¿Cómo afectan las comisiones a la rentabilidad de los planes de pensiones?
Las comisiones que se aplican a los planes de pensiones tienen un impacto directo en la rentabilidad que obtienen los ahorradores. Si un plan de pensiones tiene una comisión del 1%, por ejemplo, significa que cada año el ahorrador deberá asumir un coste del 1% sobre el patrimonio invertido en el plan de pensiones.
Este coste no es insignificante, ya que puede reducir significativamente la rentabilidad final del plan de pensiones. Si, por ejemplo, un ahorrador ha invertido 100.000 euros en un plan de pensiones con una comisión del 1% y ha obtenido una rentabilidad del 5% anual durante 30 años, la rentabilidad final sería del 197% y el capital acumulado sería de 297.000 euros.
Si en lugar de una comisión del 1% se aplicase una del 2%, la rentabilidad final sería del 165% y el capital acumulado sería de 265.000 euros. Esto significa que la comisión del 2% ha reducido en más de 30.000 euros la rentabilidad final del plan de pensiones.
¿Qué debes tener en cuenta al elegir un plan de pensiones?
A la hora de elegir un plan de pensiones, es importante que el ahorrador tenga en cuenta tanto las comisiones como la rentabilidad histórica del plan que está considerando. Además, es importante que el ahorrador conozca cuáles son las políticas de inversión del plan de pensiones y si se ajustan a sus objetivos de inversión y su perfil de riesgo.
Para ello, es recomendable que el ahorrador consulte el folleto informativo del plan de pensiones, donde encontrará esta información de forma clara y detallada. Es importante que el ahorrador evite elegir un plan de pensiones únicamente por la recomendación de un amigo o familiar, ya que cada ahorrador tiene unas necesidades y objetivos de inversión diferentes.
En conclusión, las comisiones de los planes de pensiones son un factor importante que los ahorradores deben tener en cuenta a la hora de elegir un plan. Es importante que el ahorrador conozca en detalle las comisiones que se aplican y cómo afectan a la rentabilidad final del plan. Además, es importante que el ahorrador haga una elección adecuada en función de sus objetivos de inversión y perfil de riesgo para garantizar una buena calidad de vida en la jubilación.